Alexandra’s POV
Jueves 18 de Noviembre
3:15 P.M.
Últimamente me he encontrado ligeramente confundida
desde que besé a Liam. Fue un impulso que jamás debió haber pasado pero que me
ha mantenido en las nubes y para cubrirlo, está Tony. Está mal, pero no puedo
evitarlo. Digo que voy con Tony durante los fines de semana en citas como al
cine o fiestas, pero en realidad me dirijo siempre al departamento de Liam,
quiero verlo la mayor parte del tiempo posible y cuando está por mi casa es
inevitable para mi el no hablarle, aunque tenemos que estar atentos a que nadie
esté cerca, porque aunque más tratemos, demostramos lo que hay entre nosotros
sin darnos cuenta de ello y la gente no es estúpida, se darán cuenta pronto.
Cuando
llegué a casa lo primero que revisé fue que Liam, o papá, estuvieran cerca. Y,
efectivamente, ahí estaban los dos, trabajando en la oficina de mi papá. Me
asomé por la puerta de manera que sólo Liam pudiera verme y le sonreí, después
le hice un gesto para que viniera, y él, rápidamente, buscó una excusa para
salir de ahí.
–¿Quiere
algo de tomar? –le preguntó Liam a mi papá.
–Si fueras
tan amable de traerme un vaso de agua –le respondió mi papá sin desprender los
ojos del ordenador–. Y deja de hablarme de usted, me haces sentir viejo.
–En seguida
vuelvo –le replicó Liam y se puso de pie, salió de su oficina, y caminó hacia
la cocina, yo lo seguí discretamente hasta que nos encontramos solos–. Creo que
esto estuvo bien –me dijo.
–Calla –dije
mientras me aceraba a él para besarlo.
–Prometo no
decir nada sobre esto –dijo Matt entrando a la cocina.
Mi medio
hermano menor. Liam y yo nos separamos inmediatamente.
–No digas
nada o te mataré, lo prometo –le advertí a Matt.
–¿Es algo
malo? –preguntó Matt con interés–. ¿Lo qué están haciendo ustedes dos?
–No…
–contesté dudosa–. Pero es más emocionante cuando es un secreto –le expliqué.
–Si es malo,
es políticamente incorrecto que una menor de edad esté involucrada de una
manera más personal con un mayor de edad, hasta llegar al punto de creer que el
mayor de edad, en esté caso, Liam esté enamorado, cuando en realidad, y con
todo mis respetos, eso te convierte en una clase de pedófilo –dijo mi otro
medio hermano cuando entró a la cocina.
–De hecho,
mi querido Ryan, estás en lo incorrecto –se defendió Liam–. Deberías leer ese
articulo en Wikipedia, expresan las cosas aún mejor –le sugirió Liam.
–No puedo
creer que dijeras eso –le dije evitando reírme.
Mi otro
hermano menor, Ryan, es mayor que Matt por dos años, y yo soy mayor que ellos
por cinco y siete años respectivamente. Y aunque Ryan tenga 10 años, él es muy
inteligente para su edad, lo cual resulta molesto en tiempos.
–Además,
sino es malo, ¿por qué lo esconden? –preguntó con suficiencia, probando su
punto.
–Será mejor
que vuelva con tu papá –comentó Liam.
–Te quiero
–me despedí.
Tal vez no
lo vería por el resto del día y mis hermanos acababan de matar la escena. Me
acerqué a él y lo besé, sin importar que mis hermanos estuvieran presentes,
colocó su mano en mi cintura y la llevó un poco más abajo, tratando de levantar
mi falda, pero lo detuve ahí, y me separé de él, algo intimidada.
–¡Ewwww!
–exclamaron mis hermanos asqueados–. ¡Consíganse una habitación! –y ambos
salieron corriendo.
–¿Qué paso?
–preguntó mi papá mientras entraba en la cocina.
–Nada, les
dije que tenían que bañarse –improvisé–. Ya sabes como son, no les gusta
bañarse.
–Como sea,
Liam, necesitamos ir a la empresa, unos idiotas hicieron algo mal y necesitamos
arreglarlo inmediatamente –le informó mi papá–. No sé que harían sin mi mano
derecha, es hora de que les demuestre cómo se hace todo.
–Adiós, papá
–me despedí.
Y entonces
Liam y mi papá se fueron.
–¿Por qué mi
papá le dijo idiotas a esos señores? –me preguntó Matt volviendo a
entrar a la cocina.
–Porque si
hicieron una idiotez, merecen ser llamados de esa manera –le respondí.
–Entonces tú
eres una idiota –me replicó.
5:00 P.M.
Ahora me encontraba en casa de mi mamá haciendo los
deberes, mis hermanas menores jugando, corriendo escaleras arriba y abajo y no
dejaban concentrarme. En eso sonó mi celular, era Tony, no debo ser así con él,
pero ahora me lo pienso dos veces antes de contestarle porque sinceramente él
es un poco… hostigador.
–Hola, sólo
quería avisarte que mañana hay un partido donde yo… juego –me informó en cuanto
contesté la llamada.
–Tengo que
ir –dije.
–Si no
quieres ir, está bien –me tranquilizó.
–No, tengo
que ir, soy animadora, tengo que estar ahí –le expliqué.
–Ah, claro
–exclamó–. Bueno, te quiero, nos vemos mañana –se despidió.
–Yo también
–le dije–. Nos vemos mañana –y colgué.
Todavía me
esfuerzo por no decirle te quiero, esperando que reciba la señal, pero no lo
hace, simplemente no entiende que ese sentimiento no es algo que tengamos en
común. Y no quiero decir te quiero si no lo siento. Hace unas semanas quería a
Tony, lo sigo haciendo, pero de una manera diferente, más como un amigo que
jamás llegará a ser algo más. Y a Liam lo quiero como… no sé como definirlo, no
puedo. Y cuando Tony me invitó al cine, yo sabía que algo pasaría al siguiente
nivel, y no quería eso, pero no se lo pude negar, se vio tan sincero, y bueno,
resulto serme de utilidad como ya había mencionado.s
–¡Que es lo
que he hecho! –grité enojada.
–¡Alexandra,
corre! –gritó Holly, una de las gemelas.
–¿Qué pasa?
–pregunté preocupada.
–¡Es mamá,
creo que se está muriendo! –gritó nerviosa.
–¿Qué?
Tranquila, no está muriendo –le dije, y entonces caminé rápidamente a la
habitación de mi mamá–. ¿Mamá, estás bien? –pregunté preocupada.
–Son las
contracciones –me respondió.
Y entonces
respiró hondo.
–¿Qué?
–preguntó Holly preocupada.
–El bebé,
esta viniendo, cariño –le respondió mi mamá tratando de controlar su dolor.
6:00 P.M.
Había pasado poco menos de cuarenta minutos de cuando
llegamos al hospital. Todos estaban preocupados, mis hermanas, mi mamá, el
esposo de mi mamá, que por cierto, era él quién traería a ese bebé al mundo, yo
también estaba preocupada. Le habían puesto algún tipo de anestesia para que
las contracciones no le dolieran tanto. Pero mi mamá tenía sueño, hambre y un
poco de dolor. La peor combinación. Pero todos a la vez estábamos ansiosos y no
podíamos esperar a ver el nuevo miembro de la familia.
8:00 P.M.
Llevábamos aquí un buen rato, Carl salió de la
habitación de mi mamá para informarnos que hubo complicaciones y que tendrían
que hacer una cesaría de emergencia, pero que a parte de eso, todo marchaba
bien, y entonces entró a la habitación. En cualquier momento saldría de nuevo
con las buenas nuevas.
Mientras
tanto, mis hermanas estaban una a cada lado de mí. Se notaba que estaban
nerviosas, suelen ser el centro de atención, y con un nuevo bebé, dudo que lo
sean por un largo periodo de tiempo. Por fin sentirían lo que yo sentó cuando
ellas nacieron, aunque suene un poco vengativa. A pesar de todo, en la casa hay
por lo menos tres regalos para cada una, sólo para que no sientan el cambio de
atención que recibirían. ¿Yo que recibiría? Largas noches sin dormir debido al
llanto del bebé.
–Alexandra
–me habló Holly–. ¿Cómo nacen los bebés? –me preguntó.
–Si querías
saber cómo nacen los bebés, hubieras entrado a la habitación con mamá y Carl
–le contesté.– Aunque creo que lo grabarán, es asqueroso –mencioné.
Holly no
dijo nada, parecía estar pensando.
–No, me
refiero a cómo nacen –me dijo.
–Eso fue lo
que preguntaste –le repliqué.
–Pero me
refería a cómo se hace un bebé –me dijo.
Yo me tomé
mi tiempo para pensar en la respuesta y un forma sencilla de explicarle.
–Se hacen
cómo en la fabrica de juguetes –le contesté–. Primero hacen el brazo, después
el cuerpo, el rostro, le insertan los ojos, las pestañas, las uñas, los pies,
los dedos –lo dije todo en desorden, pero al menos me expliqué–. Y cuando está
listo, lo colocan en la panza de mamá y nueve meses son los que se tardan en
entregarlos, tienen un servicio muy lento –le respondí–. Escuché que el proceso
de concepción es divertido.
De pronto
llegó Carl de nuevo, con una gran sonrisa en el rostro.
–Niñas, su
hermano ya nació –le dijo a las gemelas.
9:20 P.M.
Mi mamá saldría del hospital pasado mañana por la
tarde, mientras yo me quedaría en casa con las gemelas, Carl se quedaría con
ella y vendría a revisar que todo estuviera bien.
Cuando
llegué a casa me puse el pijama y me puse a analizar ciertas cosas., como el
simple hecho de que no podría dormir tranquilamente por los próximos meses, tal
vez durante el próximo año. Y algunas otras cosas. También me puse a analizar
las cosas buenas, como que a mi me encanta tener hermanos, si, algunas veces
son un poco molestos, pero los quiero mucho, y sobre todo cuando son bebés,
porque son tan inocentes, y tan tiernos. Claro que cuando crecen es algo
totalmente diferente, algunas veces hartan, porque son prácticamente
intocables, pero a pesar de eso, en lo personal, me gusta jugar con ellos. Y
cuando tienen la edad de Ryan se calman un poco, y es cuando quieren comenzar a
ser independientes, según ellos, claro, porque siguen siendo unos niños.
Me
gustaría ser como ellos: pequeños. Porque todo es más fácil de esa manera.
2 comentarios:
si... el telefono no puede vivir sin Alexandra :P los padres NO son menzos jeje
jajaja :)
me encanta la pareja de Alexandra y Liam.... :)
pero me da cosa por Tony u.u
pero bue... jajaja :)
solo eso y que me encanto la nove!!
nueva lectora... pasa por mi blog!! besoww!! ♥
Publicar un comentario