Tony’s POV
Viernes 12 de Noviembre
4:00 P.M.
Estaba decidido, no podía seguir simplemente haciendo
esto, ignorar a Alexandra como si nada pasará. Me refiero a que algo está
pasando entre los dos desde esa noche en que nos besamos, porque yo no la besé,
ella correspondió, así que se podría decir que nos besamos.
Además, le
confesé que me gustaba, pero después lo negué porque no quería nada serio, pero
al parecer el negarlo, no sirvió para alejarme de ella. Sé que lo que tengo que
hacer con ella, será cuando tenga que ser, pero no cuando quiero que sea, pero
tampoco cuando ella quiera que sea. Como sea. Lo siento viniendo pronto, puede
ser que el día de hoy.
–¿Tony,
eres tú?,– preguntó al contestar su celular.
–Si, soy yo
–le contesté–. Me estaba preguntando. ¿Quieres ir conmigo al cine… está noche?
–la invité.
–Vaya,
casi no hemos hablado en los últimos meses, y ahora me llamas para salir
conmigo –me contestó–. Interesante, pero ya tengo otros planes, así que…
–Con otro
chico –asumí con decepción.
–¡No!
–contestó–. Bueno, sí –admitió–. Igual no te debe importar, después
de todo, fuiste tú quién me dijo que no.
–Apuesto que
soy mejor que él –le dije en tono coqueto.
Ella
suspiró:
–De
acuerdo, en el cine, a las… 6. Tú pagas –y entonces hizo una pausa, yo no
colgué–. Pero sólo esta vez, solo una oportunidad.
–Pagaría lo
que fuera –murmuré para mi mismo–. Te veo ahí –le dije y colgué.
6:40 P.M.
Llegando a la plaza, estacioné mi carro de prisa y
corrí hacia la entrada. Llegué algo tarde, pero no fue del todo mi culpa, el
tráfico a esta hora es criminal.
–¡Alexandra!
–le grité cuando la vi–. ¡Espera, por favor!
Ella estaba
a punto de subir a un coche, no era el suyo, tal vez alguien la había traído,
ahora había llamado para que la recogieran. Un automóvil deportivo.
Llegué a
donde estaba.
–Siento
llegar tarde –me disculpé.
–¿40
minutos? –me preguntó enojada–. ¡Me sentí estúpida esperando, Tony!
–Lo sé, lo
sé. Pero la siguiente función no ha empezado, podemos entrar –le dije, tratando
de convencerla.
Entonces
Alexandra volteo a ver al chico del automóvil. Y le sonrió tímidamente.
–Liam, creo
que me quedaré –le dijo avergonzada–. Gracias por venir.
–Está bien,
nos vemos mañana –le dijo el tal Liam–. Y adiós Tony.
Yo le sonreí
con poca confianza.
Él es quién
estaba esperando a Alexandra después de que pasó la noche en mi
casa. Alexandra le sonrió, cerró la puerta, él le sonrió y le guiñó un
ojo, arrancó el coche y se fue. Todo fue una secuencia rápida, pero para mi
todo eso fue lento, y significaba algo, o ¿significaba algo? Realmente no sabia
si preocuparme por ese tal Liam o no. Yo creo que no, se veía algo mayor, debe
ser… algún familiar de Alexandra, si, eso.
8:00 P.M.
Al salir de la función le ofrecí a Alexandra llevarla
a casa, ella aceptó, no le quedaba otra opción más que llamar a sus papás o a
ese tal Liam, bueno, o ir en taxi, pero creo que era obvio que elegía mi
opción. ¿Quién no lo haría?
–¿Estás
seguro de que ahora manejas? –me preguntó con desconfianza.
–No sé por
qué desconfías de mi, ni porque dudas que puedo conducir, yo sé conducir desde
siempre –le respondí–. Además es estúpido, si no supiera manejar no tendría
automóvil –le dije–. También te habías dado cuenta.
–Si, cuando
en tu casa… –comenzó, pero interrumpí.
–Pasó eso
–dije.
–¿“Eso”?
–preguntó molesta–. Nos besamos y eso fue todo lo que paso, no entiendo porque
evitas hablar de esto ni porque siempre encuentras la manera de evitar decir—–
Entonces me
acerqué a ella y la besé abruptamente, no fue lo mejor que pude haber hecho,
pero estaba nervioso. Y después de un momento, fui separando mis labios de los
suyos, y me detuve a ver su expresión, se veía feliz pero confundida al mismo
tiempo.
–Beso
–terminó su oración.
–La
diferencia entre la otra vez y esta vez, es qué hoy en serio quería hacerlo, me
refiero a que lo tenía claro antes de hacerlo, sólo que no encontré el momento
indicado, así que hice un hueco para el beso en nuestra conversación –le dije,
tratando de explicarle–. Pero no fue forzado.
–A mi me
pareció desesperado –comentó.
Entonces los
dos nos observamos unos segundos.
–Tal vez es
demasiado pronto, o tal vez demasiado tarde –comencé, y creo que ella ya sabía
a donde quería llegar–. Pero en serio me gustas y tal vez, pensando en ti
porque yo no hago esto, pero tal vez querías escucharlo formal… yendo al grano,
¿quieres ser… mi novia? –le pregunté, y esperé ansioso.
Ella se tomó
su tiempo para responder. ¿Era eso malo?
–Si –me
respondió con una sonrisa tímida.
8:30 P.M.
Cuando llegamos a su casa, la acompañé hacia la
puerta.
–Entonces…
nos vemos –se despidió.
–¿Mañana?
–le pregunté.
–Si, claro,
mañana –contestó un poco dudosa.
–Yo te…
–hice una pausa–. Te quiero –le confesé.
Ella sonrió.
–Gracias –me
replicó.
Debo admitir
que esa no era exactamente la respuesta que estaba esperando, pero me acerqué
de cualquier manera para besarla, pero en eso abrieron la puerta de su casa, su
papá o padrastro, la verdad todavía no lo tenía claro, esperó detrás de esta
con paciencia.
–¡Demonios!
–exclamé–. Quiero decir… hola, señor, vengo a dejar a Alexandra. Ya sabes, sana
y calva, digo, salva –le dije nervioso.
El arqueó
las cejas.
–Claro,
Anthony –me dijo apático y entró a la casa de nuevo.
–Siento eso
–me dijo Alexandra–. Mi padrastro es así.
–No hay
problema… mientras no se entrometa demasiado –le dije.
–Bueno, no
espero otra cosa de él –me dijo.
–Nos vemos
–me despedí.
Entonces me
volví a acercar a ella, pero retrocedió unos pasos.
–Adiós –me
dijo y entró a la casa.
8:35 P.M.
Cuando llegué a casa, lo único en que pude pensar era
esa sola linea que dijo después de que le confesé algo que a la mayoría de las
personas les cuesta trabajo admitir debido al rechazo que posiblemente se
encuentre después de la declaración. En este caso, no obtuve un rechazo, aunque
tampoco me correspondió como debió.
Un gracias
no era suficiente para mi. Seamos sinceros, ¿qué demonios significa eso?
Sólo puedo pensar en dos opciones: la primera significaría algo como “gracias,
lo aprecio, pero no siento lo mismo”; y la segunda, “gracias, pero no sé
si siento lo mismo por ti, aunque tampoco descarto esa opción,” en pocas
palabras, está confundida.
Hoy se
supone debió haber sido el día que le confesara mis sentimientos y admitiera
que fui un imbécil, y después ella me diría algo agradable.
Claramente,
no fue así.
Sábado 13
12:00 P.M.
Quedé con Alexandra de encontrarnos en su casa. Solo
hablaríamos, me gustaba hablar con las personas, yo no soy el que suele hablar,
soy de los que suelen escuchar a la gente. Por eso puedo parecer un tanto
tímido, porque no hablo, sino, escucho. Y no sé si ella tenga mucho que decir,
o nada en absoluto, pero igual escucharé cualquier cosa que tenga que decir
y que debería ser dicha, claro, también
escucharé esperando escuchar lo que quiero oír.
–Vamos, pasa
–me dijo agarrando mi mano.
Entré a su
casa, y me guió hacia la sala de estar. Ambos nos dejamos caer en el sofá, y yo
coloqué mi brazo alrededor de ella, con una sonrisa.
–¿Puedo
preguntar algo? –me preguntó.
–Ya me
preguntaste algo –le contesté bromeando.
–Tonto –me
dijo entre risas–. Lo que iba a preguntar es: ¿Por qué me ignoraste después de
lo que ocurrió en tu casa? –me preguntó con más seriedad.
Yo tardé
unos momentos en responder esa pregunta.
–Porque me
gustaba admirarte en secreto –le dije–. Mentira, siendo sincero, no hay una
razón que sea lo suficientemente convincente, así que mi conclusión es que tal
vez soy un imbécil por haber negado algo, que es diferente, me refiero a que
juro que jamás me había sentido así respecto a alguien y me asusté –le respondí
con sinceridad.
–¿Qué? –me
preguntó sorprendida–. ¿En serio?
–Si –le dije
con una gran sonrisa–. Te quiero –me arriesgué a decirlo de nuevo.
Ella sonrió
y después escuché una variación de lo que me habría gustado escuchar:
–Yo también
–me dijo.
Y
entonces regresó el mismo sentimiento de ayer. No es lo mismo un yo también
a un te quiero dicho directamente. Pero tal vez… no esta preparada para
decírmelo, como yo no estaba preparado estos tres últimos meses. Soy yo,
tal vez, esta vez, quien aceleró las cosas un poco.
1 comentario:
can can can caaaan!!! beso beso!! jajaja genial
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